Agilidad rápida ante escenarios disruptivos

La situación generada por la COVID-19 ha obligado a reaccionar con rapidez a las organizaciones. Quizá esta crisis sea un hecho aislado, ¿pero qué pasará si se producen nuevos acontecimientos tan graves y globales como esta pandemia? Debemos estar preparados para situaciones de inestabilidad política, un desastre natural, una innovación tecnológica radical... La agilidad rápida es la clave para afrontar estos escenarios disruptivos con garantías de supervivencia.

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Llevamos mucho tiempo hablando de la transformación digital de la sociedad y de las organizaciones. Sin embargo, nuestro nivel de digitalización no se puso a prueba hasta el año pasado. Las empresas que habían hecho los deberes y habían abordado esta transformación digital, partían con ventaja. Pero la realidad es que la gran mayoría tuvieron que redoblar sus esfuerzos para ponerse al día.

Según el estudio ‘Life after COVID-19: How the crisis changed tech and what to do next’, elaborado por Coleman Parkes Research y Harvard, el 42% de los responsables empresariales consultados reconocieron que los esfuerzos de transformación digital que normalmente hubieran tardado años en ser implementados se realizaron en tan sólo unas semanas. Y el 58% de los altos directivos encuestados afirmaron que la COVID-19 ha acelerado la transformación digital en tres o más años.

Agilidad rápida

 

La agilidad en la respuesta ha sido fundamental para sobreponerse y resistir a la pandemia. Agile Business Consortium define la agilidad empresarial como la capacidad de una organización para adaptarse rápidamente a los cambios del mercado —internos y externos—; responder de forma rápida y flexible a las demandas de los clientes; adaptar y liderar el cambio de una manera productiva, rentable y sin comprometer la calidad; y mantener en todo momento una ventaja competitiva.

Ante un escenario disruptivo como el generado por la COVID-19, no vale únicamente con tener una respuesta ágil

Esta agilidad es fundamental para adaptarse al entorno VUCA en el que vivimos, caracterizado por la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Las empresas son conscientes de ello y llevan años instaurando metodologías ágiles de gestión, como Lean, Kanban, Design Thinking o Scrum.

Sin embargo, ante un escenario disruptivo como el generado por la COVID-19, que afecta simultáneamente a todos los sectores de actividad, a la sociedad en su conjunto y todo el planeta, no vale únicamente con tener una respuesta ágil. El coronavirus ha supuesto tener que enfrentarse a cambios en el suministro y la demanda, nuevas pautas de trabajo, digitalización de procesos, reformulación de los modelos negocio, etc.

La respuesta ha de buscarse en la agilidad rápida, basada en la disponibilidad de datos para impulsar la transformación digital, permitiendo una serie de reinvenciones ágiles, como la digitalización de las cadenas de suministro, el traslado progresivo de la prestación del servicio y del soporte a una modalidad en línea, el rápido despliegue de analíticas o el uso de inteligencia artificial (IA) para incrementar y automatizar la toma de decisiones.

Pasos para la transformación

 

Pure Storage especifica los pasos que han de dar las compañías que quieran tomar la iniciativa y afrontar su transformación tecnológica, apostando por esta agilidad rápida sustentada en datos.

1. Romper con la infraestructura de datos tradicional.  Los datos son cada vez más accesibles y de un modo más democrático. Ahora es posible aprovechar tecnologías diseñadas para mejorar con el paso del tiempo y que proporcionan unos mayores niveles de accesibilidad de los datos. Es recomendable apostar por soluciones que eliminan costes innecesarios, como la necesidad de incrementar la inversión en la recuperación de desastres y en la continuidad operativa, que consumen buena parte del presupuesto informático.

También conviene buscar tecnologías que proporcionen actualizaciones multigeneracionales sin interrupciones operativas, que permitirán renovar la infraestructura una vez y actualizarla posteriormente sin periodos de inactividad planificados y sin alternar el funcionamiento de la empresa. Éste es el modelo que ofrece Evergreen, de Pure Storage. Se trata de un servicio ‘perenne’, sin interrupciones, y que reduce el coste total de propiedad entre un 30% y 50%.

2. Proteger la compañía. Las infraestructuras de datos de las empresas se enfrentan a múltiples desafíos, como la ciberseguridad o la capacidad para escalar sus necesidades. El acceso no puede fallar ni ser demasiado lento, ya que lastrará a toda la organización. Es imprescindible examinar las condiciones de latencia, disponibilidad y resiliencia de la infraestructura de datos. Y ante el preocupante aumento de los ciberataques, es indispensable contar con proveedores que garanticen la seguridad.

Por ejemplo, Pure Storage ofrece a sus clientes la función ‘modo seguro’ de FlashBlade para proteger las copias instantáneas, impidiendo que se acceda a los datos mediante credenciales obtenidas con un programa intruso. Además, proporciona el rendimiento necesario para recuperarse a gran escala de un modo rápido y sencillo, en caso de ser es necesario. Además, la compañía recomienda infraestructuras de datos que cifren los datos en reposo —localmente o en la nube— por defecto.

3. No dejar de innovar. Si se quiere adoptar un enfoque de agilidad rápida, es fundamental contar con proveedores que innoven de múltiples maneras, tanto técnica como comercialmente. Por ejemplo, es conveniente contar con partners que presenten ofertas que garanticen a sus clientes que sólo posean y paguen el almacenamiento que utilizan para sus datos. Si el proveedor es capaz de adaptar dinámicamente los requisitos de capacidad, siempre ofrecerá el tamaño adecuado para las necesidades de la empresa, que no tendrá que gastar de más ni se quedará corta en sus previsiones.

4. ‘Todo como servicio’. Las tecnologías de almacenamiento de datos tradicionales son caras de financiar, ya que se necesita una inversión importante para afrontar los ciclos de renovación de manera regular, cada tres o cuatro años. Además, en un entorno tan cambiante como el actual, es difícil ajustar las previsiones. Nadie quiere adquirir tres años de capacidad y que ésta permanezca sin usar y se vaya depreciando durante gran parte de ese tiempo. Pure Storage recomienda adoptar un modelo operativo y financiero más flexible, que permita tenerlo todo con un contrato de tipo Software-as-a-Service (SaaS) y pagar sólo por lo que realmente se usa, dejando los activos fuera del balance, ya que serán propiedad del proveedor.

5. Simplificar la gestión. Las infraestructuras de datos tradicionales son complicadas de gestionar, absorbiendo mucho tiempo y recursos. Por el contrario, las tecnologías de datos como servicio no requieren unos conocimientos especializados para su configuración y gestión. Pueden desplegarse en horas, de manera remota y ser gestionadas por cualquier miembro del equipo informático desde cualquier lugar, por lo que reducen la dependencia de personal muy cualificado y difícil de captar.   



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